lunes, 17 de mayo de 2010

Estándares intelectuales universales







Escrito el 17 de mayo de 2010


Diversos autores coinciden -y yo estoy muy de acuerdo- que son las habilidades de pensamiento crítico de los individuos las que le permiten manejar y aprovechar la información que se le presenta, para transformarla en nuevos conocimientos.

Es por esto que resulta interesante encontrar que alguien ha propuesto estándares básicos para determinar si se está pensando críticamente o no.

Lo que sigue es la traducción de un artículo encontrado en el portal de The Critical Thinking Community, con el título en inglés de Universal Intellectual Standards. La liga para localizar este texto se encuentra en: http://www.criticalthinking.org/articles/universal-intellectual-standards.cfm




Estándares intelectuales universales
Por Linda Elder y Richard Paul

Los estándares intelectuales universales son estándares que pueden ser aplicados al pensamiento siempre que alguien esté interesado en revisar la calidad del razonamiento acerca de un problema, un asunto o una situación. Pensar críticamente implica el tener dominio de estos estándares. Para ayudar a los estudiantes a aprenderlos, los profesores deberían plantear preguntas que pongan a prueba el pensamiento de los estudiantes; preguntas que mantengan a los estudiantes como responsables de su propio pensamiento; preguntas que, a través de un uso consistente por parte de los profesores en las aulas, lleguen a interiorizarse en los estudiantes como preguntas que ellos deben hacerse a sí mismos.

El propósito último de estas preguntas es, entonces, que queden grabadas en el pensamiento de los estudiantes, llegando a formar parte de su voz interior, la cual los guiará a un mejor razonamiento. Aunque existen numerosos estándares universales, los que siguen son los más significativos:

• Claridad. ¿Podría Ud. abundar sobre ese punto? ¿Podría expresarlo de otra manera? ¿Podría ilustrarlo? ¿Podría darme un ejemplo? La claridad es el estándar que abre la puerta a otros. Si una declaración no es clara, no podemos determinar si es precisa o relevante. De hecho, no podemos decir nada acerca de ella, porque no sabemos aún de qué se está hablando. Por ejemplo, la pregunta “¿Qué puede hacerse sobre el sistema educativo en los Estados Unidos?”, es confusa. Para abordar la pregunta adecuadamente, necesitamos tener una comprensión más clara de qué es lo que la persona que hace la pregunta considera como el problema. Una pregunta más clara podrá ser: “¿Qué pueden hacer los educadores para asegurar que los estudiantes aprendan las habilidades y las aptitudes que les ayudarán a funcionar exitosamente en el trabajo y en la toma de sus decisiones diarias?”

• Veracidad: ¿Es eso realmente cierto? Cómo podríamos verificarlo? ¿Cómo podemos averiguar si es cierto?
Una declaración puede ser clara, pero carecer de exactitud, como cuando decimos: “la mayoría de los perros pesan más de 300 libras”.

• Precisión: ¿Puede darme más detalles? ¿Puede ser más específico?
Una declaración puede ser a la vez clara y veraz, pero no precisa, como cuando decimos: “Jack tiene sobrepeso”. (No sabemos si el exceso de peso que tiene Jack es de una o de 500 libras).

• Relevancia. ¿Cómo está eso relacionado con la pregunta? ¿Cómo da soporte a la cuestión?
Una declaración puede ser clara, veraz y precisa, pero no relevante para la pregunta o la situación. Por ejemplo, los estudiantes con frecuencia creen que la cantidad de esfuerzo que ellos invierten en un curso debería ser tomado en cuenta para incrementar su calificación en ese curso. Sin embargo, muy frecuentemente ese “esfuerzo” no mide la calidad del aprendizaje del estudiante y cuando esto es así, el esfuerzo no es relevante con una calificación apropiada.

• Profundidad. ¿Cómo es que su respuesta maneja las complejidades de la pregunta? ¿Está tratando los factores más significativos? Una declaración puede ser clara, veraz, precisa y relevante, pero superficial (es decir, sin profundidad). Por ejemplo, la frase “!Simplemente di que no!”, que se usa con mucha frecuencia para alentar a niños y adolescentes para que no consuman drogas, es clara, exacta, precisa y relevante; sin embargo, carece de profundidad, porque trata una situación extremadamente compleja, como lo es el extendido problema de las drogas en los jóvenes, de forma superficial. Falla en manejar las complejidades de ese problema.

• Amplitud.¿Necesitamos considerar algún otro punto de vista? ¿Existe alguna otra forma de ver esta cuestión? ¿Cómo se vería esto desde una perspectiva conservadora? ¿Cómo se vería desde el punto de vista de….? Una línea de razonamiento puede ser clara, veraz, precisa, relevante y profunda, pero carecer de amplitud (como en una discusión, ya sea desde perspectivas conservadoras o liberales, que se adentra en una situación, pero solamente reconoce las explicaciones de una de las perspectivas).

• Lógica. ¿Realmente esto tiene sentido? ¿Esto es consecuencia de lo que dijiste? ¿Cómo es que esto se derivó? Pero antes tú decías esto y ahora estás diciendo otra cosa; ¿cómo pueden ambas cosas ser ciertas? Cuando pensamos, ponemos una serie de pensamientos en cierto orden. Cuando la combinación de pensamientos se apoyan mutuamente y hacen sentido en esa combinación, el pensamiento es “lógico”. Cuando la combinación no produce un apoyo mutuo, es contradictoria en cierto sentido, o no “hace sentido”, entonces la combinación no es lógica.